martes, 20 de octubre de 2015

Guatemala: Sandra Morán: artista, lesbiana y congresista

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Sandra Morán: artista, lesbiana y congresista
Por Salazar Ochoa
Sandra Morán es una guatemalteca que se identifica como revolucionaria. Incursionó en la música política desde 1982, desde entonces se desempeña como percusionista. Ha pertenecido a distintas organizaciones que promueven los derechos de las mujeres y es considerada una de las activistas feministas más influyentes en el país. El 6 de septiembre fue electa diputada al Congreso de la República a través del partido Convergencia y ahora se prepara para integrar un frente de oposición dentro del hemiciclo que haga eco a las demandas de una sociedad cada vez más inconforme con la clase política. Estas son algunas de sus impresiones.


 _Cul6_1A¿En qué momento decide lanzarse a competir por un cargo público en las recientes elecciones?
Lo decido a principios de mayo, en el marco de la expresión y los levantamientos ciudadanos y lo decido porque la demanda fundamental que se expresó en la primera asamblea social y popular fue la Constituyente, a esa iniciativa se le debe apostar para hacerla avanzar en el Congreso.

Usted se define como artista pero también uno de los candidatos presidenciales se nombra como tal, ¿Considera que hay diferencias entre ustedes?
(Jajajá) El artista al que usted se refiere es sexista, machista, homófobo y racista. Él se burla de la gente, yo respeto las diversidades e intento construir una Guatemala para todas y todos, quiero contribuir al respeto de todas las personas, un reconocimiento al arte, los valores y la creatividad de los pueblos originarios del mundo y de Guatemala.
El arte desde mi punto de vista tampoco tiene porque ser exclusivamente una expresión de belleza, debe mantener ciertas condiciones, sin embargo es importante bajo qué marco de ideas se adscribe esta expresión, qué palabras y símbolos resultan implicados. Aquí hay una disputa de ideas.

¿Se refiere al marco ideológico al que se adscribe cada uno de ustedes?
Son ideologías y formas de pensamiento distintas sobre cómo concebimos el mundo. Él es comediante; la comedia es un espacio de expresión que requiere crear momentos de alegría y esparcimiento. La crítica que yo hago es por qué trabajar a partir de reírse de las otras personas. Un comediante real se ríe de sí mismo, no tiene por qué ser racista ni burlarse de otros ni mucho menos tiene por qué ser homófobo aunque en el ámbito popular los chistes sean tremendamente sexistas.
Yo hago poesía con percusión. La poesía que hago con mis tambores habla de las realidades cotidianas difíciles y terribles que nos toca vivir, la violencia contra las mujeres por ejemplo o la extrema pobreza a la que empuja un sistema que mantiene una estructura donde la riqueza es el punto fundamental.
Mi trabajo tiene un sentido y este es reconocernos como personas valiosas con capacidades de hacer cosas “yo quiero creer en vos, en mí y en este país” dice uno de mis poemas, porque creo en Guatemala.

¿Piensa abandonar su faceta artística durante un tiempo o seguirá haciendo sonar el tambor en el hemiciclo?
Jajajá, pues de repente lo llevo al hemiciclo, lo que sí es seguro es que no lo voy a dejar porque es parte de quien soy. Creo que podré invitar a otros artistas y hacer cosas distintas.

¿Qué tipo de iniciativas marcarán su paso por el Legislativo, qué compromisos tiene con los sectores que representa, qué hay del arte?
La agenda del Congreso es un compromiso de país. Por supuesto tengo relaciones con grupos y con organizaciones de las cuales soy parte o que empiezan a verme como una aliada para generar acciones que representen la resolución de sus problemáticas. Con respecto al arte, ya tengo citas con compañeras y compañeros para ver qué vamos hacer con respecto al poco apoyo que recibe el desarrollo del arte. Ahí hay un compromiso por quien soy y porque además hay una necesidad, es decir, esperaría los resultados de las acciones que está haciendo la actual ministra para separar Cultura y Deportes, que entonces quizá permitiría disponer de recursos específicos para instancias como el Conservatorio, las Casas de la Cultura y los grupos artísticos que desde su propia experiencia están haciendo algo.
Si hablamos desde una mirada feminista y de los pueblos, mencionaría el arte específico de las mujeres, cómo apoyar a las artistas en sus distintas expresiones y también el arte de los pueblos que actualmente cuenta con una mayor presencia desde las cosmovisiones de los pueblos mayas y garífunas hasta expresiones más contemporáneas como el hip hop en distintos idiomas mayas, el rock en distintos idiomas mayas. El hecho de ser feminista no implica una agenda solo de mujeres sino implica una forma de ver la agenda nacional.
Existen diversos ámbitos como la defensa del territorio que han sido parte de nuestras luchas a través del tiempo, el agua por ejemplo, ese no es un problema de los pueblos indígenas sino es un problema del país que debe solucionarse a través de una ley de aguas que garantice el líquido vital como un derecho de todos y no como un recurso para privatizar.

¿Qué estrategias piensan utilizar siendo un grupo tan pequeño frente a verdaderas aplanadoras parlamentarias para poder hacer avanzar sus iniciativas?
Creo que la experiencia de los pasados seis meses nos tiene que ayudar, en el sentido de que ahí había objetivos comunes y distintas formas de actuar. Creo que ese es el ajo del asunto, los objetivos comunes. Si las propuestas de ley que nosotros llegamos a presentar no tienen un respaldo social en la calle no va a pasar nada. Esa es una experiencia que tenemos, soy parte de los movimientos sociales quienes hemos estado en las calles exigiendo respuestas de los diputados y sé que hay diputados que lo han hecho desde adentro y que la fuerza de los intereses particulares que son representados en los partidos políticos no ha permitido mayor avance. La experiencia con el Congreso de estos años es el ejemplo más grande, no se hizo nada porque había dos partidos que tenían como objetivo que no se hiciera nada y cuando eso se levantaba, hacían las cosas por las cuales les pagaban. Espero que luego de estos seis meses de lucha y expresión gigantesca ciudadana nos ayude a que el Congreso de la República cumpla su obligación: generar acciones a favor del bien común.
Nosotros no somos ajenos al movimiento social, hemos sido parte del movimiento social y este no solo lucha por sus propias reivindicaciones ¿Cuál es la demanda más grande ahorita, que quedó pendiente? Es una demanda enorme y es la refundación del Estado. ¿Qué quiere decir esto? Hay millones de personas que consideran que este Estado cooptado por mafias, por intereses oligárquicos y que representan a un grupo muy reducido ya no es el Estado que funciona para todos estos millones y lo que se está pidiendo es que tengamos un Estado para todos, no solo para ese grupito. Pero… ¿Cómo logramos abrir y tener un acuerdo nacional? Aquí hay una necesidad de un acuerdo nacional, lo que tenemos son disputas de poder expresadas afortunadamente y todavía en el marco democrático. El Congreso por naturaleza tendría que ser el debate de las ideas y el debate para lograr consensos pero allí no se debate, solo se impone, ahí de compra y se paga. Nosotros queremos llegar a debatir, esas son las ideas de personas que tenemos una experiencia de lucha y que tenemos que aprender la experiencia en el Congreso y nos vamos a enfrentar con gente muy experimentada en la materia.

¿Cuál es su posicionamiento con relación al matrimonio entre personas del mismo sexo? Imagino que debe estar a favor…
Entiendo que la mayoría de políticos no lo apoya. Yo sigo diciendo que eso no es parte de la agenda de Guatemala, no ha sido parte de las demandas. Personalmente no creo en el matrimonio de ningún tipo pero entiendo que por el tema de derechos de herencia y el tema de los niños y las niñas debe haber una cuestión legal que permita el reconocimiento; en el momento que sea una demanda de la comunidad gay allí discutiremos.
Hay otras cuestiones que si están sobre la mesa como la discriminación y la violencia contra las lesbianas, los homosexuales y los trans que son problemáticas terribles que afectan la vida que son ahora imprescindibles para atender. Es la comunidad LGTBI quien tiene que marcar la agenda, así como todas las otras comunidades y organizaciones para que nosotros podamos ser vehículo y presentar propuestas.
“Los pueblos necesitan música, los pueblos necesitan arte y espacios de expresión. La expresión artística que habla de las luchas, de las esperanzas, de los sueños y también de las realidades es necesaria.”

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